sábado, 13 de julio de 2013

Tú, dulce amor,
eres mi mejor remedio,
que cura la amargura,
de mis penas y tristezas.

Tu aliento es mi aliento,
el que me ayuda a respirar,
y que me ayuda a vivir,
una vida de paz.

Tus abrazos y caricias
confunden mi corazón
aun no se si amarte
o simplemente quererte.

Pero mi corazón es un mundo
lleno de obscuridad,
tan profundo y cerrado
que aun no decide si dejar entrar
la claridad y la luz
de un amor tan especial.

Tú inspiras este poema,
tú y tu cariño,
cuando no estas siento que no vivo,
así como el día sin el sol
es un día sombrío.


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